lunes, 19 de marzo de 2007

Lady Di de a mentiritas


Casi nunca veo las páginas de sociales de los periódicos, se me hace una pérdida de tiempo tratar de enterarme de "las labores" que realizan ciertas personas sin quehacer y que sólo lucran con "x" cosas. También me vale un cocol ver a quienes fueron al cinépolis o a los que se fueron a tomar un café a tal o cual lugar. La gente "chick" se me hace más falsa que un billete de tres pesos. Ellas, tratan de lucir como modelos de "Mozomboa" y los muchachones parecen unos metrosexualitos de "La Colonia Veracruz" con su ropa comprada en un tianguis. Las chicas portan "fina joyería" de fantasía traída exclusivamente de Tepis o de Correo Mayor y un peinado muy al estilo estética unisex.

Pero estas personitas no me intersan por hoy. Las que siempre me han causado una verdadera repulsión son aquellas que lucran con el dolor y la carencia de sus semejantes.

Recuerdo que desde que éramos niños conocí a la "Gelos" (Angélica). Siempre estuvo muy jodidita, creo que hasta sarna le dio cuando tenia 13 años. Era de las alzaditas en el barrio (tipo Doña Florinda). Nada más llegó a 1° de secundaria, no sé si por burra, floja o por su carencia económica. Para tratar de salir avante a veces realizaba limpieza en casas, cuidaba niños, hacía mandados, en fin.

Vivía en un patiecito de vecindad y desde su morada se podía escuchar todo el tiempo música en verdad guapachosa de aquellos ayeres ("La calandria" de Rigo Tovar, había una que se llamaba "El Alacrán", "La carreta", etc)

La Gelos no hablaba con nadie. Era muy selecta al escoger sus amistades. No era nada agraciada, a no ser por un busto talla 38 flácido, como calcetín con canica, no tenía nada de que presumir. Su rostro quedó marcado por viruelas y acné juvenil. Su cabello graso y unas piernas que parecían botellas de refresco "Squirt" (en envase de cristal)

Las pocas veces que tuve la "oportunidad" de cruzar palabra con ella me contaba de sus sueños de grandeza, de que estaba cansada de llevar ese tipo de vida y del asco que le daba la gente que vivía en el mismo patio. En fin, hablaba muchas linduras.

Cierta vez, fue a suplir a una persona encargada de la limpieza en el palacio de gobierno. Trabajó ahí y después la mandaban llamar para que se hiciera cargo de tal o cual oficio. Siempre supliendo a los empleados de base.

Pues por azares del destino, creo que esta chica se enconchambó a un "Lopitos" que ahí laboraba. Se juntaron o se casaron, la verdad no lo sé, ya que no tuve el honor de que se me invitara a tan distinguida boda. El caso es que la "Gelos" dejó nuestro barrio para siempre. No hubo despedidas ni nada. Simplemente vimos cuando un "camión de mudanzas" del Mercado "San José" acarreó sus finas pertenencias para llevárselas a su nuevo hogar.

Pasaron los años, hasta que un día, me dijo un amigo, también de la infancia, que viera la sección de sociales del periódico de la localidad.
Fui a verlo y ahi estaba la "Gelos". Se ponía un sobrenombre muy fufurufo (como aquellas que se ponen "La Chiquis", "La Beba", "La Güera", "La Klem", "La Coquis") y cosas absurdas por el estilo. El "Lopitos" había agarrado hueso en la política y ahora aparecía junto a Angélica en un acto social.
El esposo, lucía elegante como siempre. Su despoblado bigotito engalanaba sus labios gruesos de teporocho, cabello negro, negro, untado con glostora, un traje verde con zapatos cafés (raspados de la punta), el pantalón de brinca charcos dejaba ver unos calcetines color beige. La corbata roja hacía juego con todo su atuendo. Ella portaba un vestido muy elegante, seguramente comprado en abonos a su comadre, plateado con brillitos, una bolsa café y zapatos rosados. Su cabello ahora era rubio platinado y un exquisito maquillaje embellecía su rostro.

Esta pareja había pagado una fuerte cantidad de dinero a la prensa para que se publicara que ellos apoyaban a la niñez de escasos recursos y en esa fecha especial, 6 de enero, donaban juguetes para que todos los infantes gozaran de ese día como ellos lo merecían.


Y aquí es donde quedé impactado:
¡La Gelos aparece dándole un beso a un niño mugrosito con los pelos parados!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Pinche Gelos!!!!!!!!!!! Te has de haber vomitado al llegar a tu casa. Te imagino lavándote la boca y maldiciendo a tu marido.

-"¡Óyeme pendejo, que sea la última vez que me haces dar esa clase de espectáculos, no seas ojete!" Dice ella con el chipo lleno de astringosol y haciendo cara de ascos.

A lo que el marido responderá: "Amor, mi carrera política está en juego"

-"Me vale madre, a mi mándame a convivir con las señoras esas que hablan bien chistoso". Replica la Gelos.

-"¡Ah, pillina! Te gusta convivir con las Damas Caritativas del Patronato de Sepa la Madre". Le responde el ilustre Lopitos poniendo una cara de comprensivo.

-"Si amor, después de que asistimos a desayunos, comidas o cenas, nos vamos a la casa de alguna de ellas y nos ponemos a platicar y a jugar. Sacan unas barajas bien raras, con corazones, trebolitos, unos reyes y príncipes; son muy extrañas esas cartas. No entiendo a lo que ellas juegan pero me divierto. A veces he querido que alguna de ellas diga que juguemos "Loterías" pero nunca lo han propuesto".- Todo esto lo diría la Gelos poniendo una carita haciendo "pucheros"

-"Está bien amor, nada más apóyame. Tenemos que buscar mínimo una diputación". Dice el regordete sujeto quitándose la ropa y alistándose para meterse a la cama.

La Gelos que ya está acostada, con un baby doll muy corriente y jalándose un chicle con los dedos le propone melosa: "Amor, pon la película y ven junto a mi"

Tal vez olvidé decir que desde mediados de los ochenta, cuando aparecieron los primeros video clubes en nuestra ciudad...

...la Gelos rentaba puras porno.
Y sí, ella es nuestra ilustre dama de sociedad. ¿A cuantas conoces así?
La buena voluntad y disposición a hacer caridad ¡NO SE PUBLICA SEÑORES MÍOS!

ABUR