domingo, 20 de mayo de 2007

De cuando chupé con José José



Sábado de no sé que fecha, hace como cuatro años. Nueve de la mañana. Después de haber amanecido tras una larga noche de copas con amigos, iba a casa de mi suegros, donde ya me esperaban mi compañera y mi hija. Ellas se habían ido a quedar con la suegra la noche anterior debido a que la señora estaba un poco delicada.
Recuerdo que llevaba varios Cd´s, los cuales habíamos estado escuchando durante nuestra juerga. Entre ellos habían como cinco de "El Príncipe", José José, trovador infaltable en esas noches de copas.
Antes de llegar, me intercepta "La Maribel" (qepd), una señora enferma de alcoholismo, pero sin llegar a ser teporocha o catarrina. Ella era muy querida en el barrio por su don de gentes y se había ganado la simpatía de todos. Se cruza en mi camino y me dice:
-Oye, creo que te andan buscando. Tu suegro ya fue a los lugares que sabe te vas a meter. Han hablado a casa de tus papás y nadie da razón de tí. Te paso el dato para que te prepares para la bronquita.
Yo llevaba un saco negro y ahi guardaba una pachita de "Presi", que previo había comprado en una vinatería para "curar" esa mañana.
Cuando "La Maribel" me comentó esto, entre mi nebulosa me puse alerta. Sabía los alcances de mi querida compañera al saber que había trasnochado. Así que recordando que ella tenía bonita letra, le pedí que pusiera un garabato como firma en los CD´s del "Príncipe". Una especie de autógrafo.
Fue aquí cuando le propuse:
- Acompáñame con los suegros, sirve que ahí nos echamos unas mientras desayunamos algo.
En eso le mostré la anforita de licor que llevaba y no se hizo del rogar. Toqué la puerta e inmediatamente salieron a abrir. Quien lo hizo fue mi sobrina Edna, niña de 11 años en aquel entonces, hija de mi cuñada Esther. Cuando me vio en compañía de "La Maribel" peló chicos ojotes y nos invitó a pasar.
Entramos y salió mi suegro. Se "alegró" de verme bien y después de los saludos y el abrazo de los buenos días nos llevó al comedor.
-Oiga, me dijo, lo andamos buscando desde hace como una hora. Ya estábamos preocupados. En eso entra mi suegra a la cocina y nos vé.
-¿Donde andaba? pregunta la doña. Mi hija ya lo iba abuscar a los hospitales.
-No es para tanto doña. Le respondí. Me embolé con amigos y eso fue todo. Ya después me encontré a Maribel y me hizo el favor de acompañarme.
-Gracias Maribel, le responde don Carlos, mi suegro.
-De nada señor. Era mi deber de vecina asegurarme que este muchachito llegara sano y salvo aqui y no se fuera por otro lado.
-Tómense un café. Ahorita les preparo algo de desayunar. Nos invita doña Nita, la suegra.
Cuando las calientes bebidas estuvieron servidas, aprovechando un descuido de los señores, les puse un "piquete" para saborearla más. Apenas me dio tiempo de volver a guardar la anforita cuando escucho la voz de la compañera.
-¿Ya llegó? Preguntaba a lo lejos. Oigo sus pasos acercarse y ya iba a empezar a tirarme la bronca cuando ve a "La Maribel" cómodamente sentada en la mesa. Esa situación la obligó a callar y no hacerla de problema. (ajá)
-¿Dónde andabas?, yo aquí cuidando a mi mamá ¿y tú? De juerga con tus amigotes ¿verdad? ¡Ya ni la amuelas! y una letanía de preguntas y acusaciones me hizo la querida mujercita.
Maribel se notaba muy nerviosa. No sabía que hacer o que decir. Ella nada más me había acompañado y ahora estaba escuchando todo el amor que me tenía esa dulce compañera.
¡Bla, bla, bla! Escuchaba a lo lejos los reclamos de mi comprensiva mujer. Por última vez, ¿me vas a decir dónde estabas? reclama con toda su furia.
Yo con la cabeza gacha y poniendo una cara de añoranza y alegría le suelto lo siguiente:
-Ya cálmate mi amor. Mira, estuve...(suspiro largo) ...con José José. Le respondo.
Al escuchar esto, "La Maribel" por poco se atraganta con el café con piquete. Yo me pongo serio y fijo mi vista en la de Laly, mi mujer.
-¡No me vengas con cuentos! Andas borracho y mira...mejor te hubieras buscado otra excusa.
Yo ya la había regado, asi que había que seguir en la farsa. "En verdad, estuve tomando con José José".
-Bah, a otra con ese cuento. Estalla Laly. Iba a empezar de nuevo con su letanía, cuando escucho de la boca de "La Maribel":
-Es verdad Laly, sí estuvo con José José. Me consta.
Laly se nos queda viendo con cara de incredulidad. Es en este momento de silencio, que veo acercarse a mi hija en compañía de Edna. Mi cuñada con su bebé más pequeño en brazos. Mi otro cuñado voltea la cabeza desde un sillón donde estaba sentado viendo a Anette Michel e Ingrid Coronado en Tempranito.
Mis suegros con ojos de incredulidad toman un sorbo de café. Mi hija de siete años en aquel entonces pregunta: ¿estuviste con José José papi?
Viendo que la familia se había calmado, mi cerebro trabajó a mil por hora.
-Sí, estuve con José José.
Cuando mi mujer me preguntó ¿y quiénes más estuvieron con él?, ¿dónde?
Aqui fue cuando me dije: Ya estuvo. Que sigo con el rollo.
-Pues mira (aqui me desplayo). "Hace como un mes, estábamos en el Bar del Pato. Escuchábamos un programa de radio en el estéreo. Quien llamara por teléfono y adivinara el nombre de una canción, sería el ganador de una serenata con "El Príncipe". Llamé y adiviné. Me pidieron mis datos y los nombres de personas que yo quería estuvieran en la serenata. Se me dijo que me avisarían la fecha de tal evento. Pasó el tiempo y se me olvidó eso. Pensé que nos habían tomado el pelo. Pero anoche, estaba en el cuarto de la compu, cuando como a eso de la una de la mañana sonó el teléfono. Preguntaron por mi y me dijeron que la serenata, que yo era el ganador que bla, bla, bla. Y que ya estaba José José afuera de la casa acompañado de los ejecutivos de la radio".
Yo veía la cara de todos. ¡ME LO ESTABAN CREYENDO! ¡QUE PADRE! -Continúo-
"Salí a abrir y en verdad, ¡AHÍ ESTABA MI PRÍNCIPE! (Todo esto lo contaba de manera que hasta yo me lo creía) Me fundí en un abrazo con él. Yo estaba a punto de las lágrimas, no podía creer que el mejor cantante de México estuviera en mi casa. Los ejecutivos de la radio me pidieron que tenían que estar presentes las personas que había nombrado el día del concurso. Así que por la primera que fui fue por Maribel, (ella vivía muy cerca de mi casa y de la de mis suegros) y se encargó de avisarle a los otros dos que faltaban. Cuando estuvimos todos, me preguntaron que a donde sería la serenata. Yo respondí que no iríamos a ningún lado. Que nos quedaríamos en casa a hacer bohemia".
-Cantó bien bonito. Agrega "La Maribel"
Mi mujer me miraba con ojos de pistola. No creía, pero todo era tan real que no le quedaba otra. Estaba confusa. No podía poner en duda que Maribel también estuviera dándome por mi lado.
-¿Y cuáles cantó? Pregunta don Carlos.
"Uy suegro un montón". Y empieza "La Maribel" -En tus brazos yo aprendí a beber agua- y después yo -amor, amor, que te pintas de cualquier color- Y así fuimos tarareando canciones del repertorio.
Dónde ya no me aguantaba la risa fue cuando mi cuñada pregunta:
-¿Y a poco tomó? Claro cuñada.
-Toma un montón. Aclara "La Maribel"
Yo me di cuenta que estaba salvado cuando mi mujer cuestiona:
-¿Y qué le diste?
-Pues Presi, no tenía otra cosa.
¿Y a poco José José tomó Presidente? Pregunta con incredulidad mi suegro.
-Uyyy señor, es bien buena onda "El Príncipe". Recalca "La Maribel".
-Mi suegra no se quedó con ganas de preguntar: ¿y no le pidió un autógrafo?
Saco los discos que había rayado Maribel y se los muestro. Ya aquí no hubo duda. Todos preguntaban y nosotros dos teníamos respuesta. Cuando me trababa en algo, Maribel salía al quite.
Una vez que me sentí salvado, que me dí cuenta que todo había agarrado su cauce, le digo a don Carlos, ¿no quiere una copita? Y me responde, "pero ahorita no tengo". Saco mi pachita y le ofrezco. Él acepta y la fiesta terminó en calma hasta las ocho de la noche de aquél sábado. El tema principal de ese día fue:
"De cuando chupé con José José"

ANOTO:

Afortunada o desafortunadamente, hoy en día no tengo ya quien me cuestione, me regañe o se "preocupe" por mí.

Desde este humilde blog expreso mi más profundo deseo de que Maribel esté gozando del reino de Dios.
Descanse en Paz