sábado, 29 de septiembre de 2007

A las mujeres


Sólo un comentario.
A las mujeres las queremos a nuestra manera.

Nos llena el hígado que nos pregunten:
¿En qué piensas?

¿Tienes una preocupación?

¿Dónde vas?

¿Dónde estuviste?

¿Por qué te perfumas?
¿Por qué te compraste ropa? etc, etc, etc.


Pero lo que más nos priva es que cuando estemos enfrascados en nuestros propios rollos, pensando en el partido de mañana, en la excursión o planeando nuestra vida para el día siguiente, lleguen mimosas pero con esa gana de exasperar:
¿Me amas?, dímelo. ¿Me amas o me quieres?


SÍ, LAS QUEREMOS PERO NO SOMOS TAN CORAZONUDOS PARA ESTAR EMBARRANDO MIEL TODO EL DÍA. ¡TE QUIERO, LO SABES, TE LO HE DEMOSTRADO, PERO YA. NO ME MIMES NI ME HAGAS ARRUMACOS QUE ESTOY MUY OCUPADO EN MIS COSAS. (DÉJAME PASAR JERGA TRANQUILO)


FIN