jueves, 3 de mayo de 2007

Día de la Santa Cruz

Este día fue el tormento de los perros. Si ellos pudieran hablar dirían que este 3 de mayo no se celebre nada. Y todo esto es por un motivo:
En nuestro país se celebra hoy el día de la Santa Cruz. También es celebrado el día del albañil, asi que para hacer más amenos dichos huateques, se unen los festejos y se arma un tremendo desgarriate.
Desde temprana hora, los trabajadores de la cuchara empiezan su celebración. Te despiertas con el fuerte detonar de los cuetones de varilla con que ellos hacen alusión a su día. ¡Ssssshhh pum! se oye el tronadero de pólvora. Los pobres canes empiezan a sufrir. Mucha gente dice que a los perros les dan miedo los cuetes, pero no es así. Estos fieles animalitos tienen un oído extremadamente sensible y dichas explosiones los han de volver locos. Es por eso que se esconden donde puedan para no tener que soportar tan cruel tormento a su sentido auditivo.
Mientras esto pasa, los albañiles echan un poco de colado a la casa donde trabajan y después viene lo bueno.
La hora del festejo. El dueño de la construcción donde laboran estos pintorescos personajes tiene la obligación de poner todo lo necesario para la celebración. Y no crean que es algo muy fufurufo, para nada. Se les pone un ciento de enchiladas con unos buenos litros de pulque y a comer se ha dicho.
Si en tu casa por estos días están haciendo labores de albañilería, deberás saber que es obligatorio que tú, como dueño de la obra, debes subir a la azotea y compartir con ellos. En ese momento, vivirás México al cien por ciento. Compartirás con la verdadera gente del pueblo, te enseñarán que lo más bonito de la vida son las cosas sencillas. Comerás y tomarás lo mismo que ellos. Escucharás lenguajes floridos, aprenderás nuevos albures para quedar bien más tarde con tus selectos amigos. Verás que un piquete en el trasero -una forma muy caraterística de saludarse entre ellos- es causa de alegrías y buen humor. Te dará risa cuando veas a un cuate de estos tortearle las nalgas a otro y preguntarle: "¿de quen chon?" Y la atinada respuesta: "échale chaparro".
Para tal celebración, tú, previamente deberás escoger un "compadre" (de preferencia que le guste libar bebidas etílicas) quien se encargará de llevar una cruz ya sea de madera o de otro material para que adorne el frente de tu azotea. Los albañiles solícitos harán mezcla y ¡sopas!, pegan dicho emblema. Es aquí donde empiezan a lanzar cuetes y como antes lo dije, el eternos sufrir de los gua guas. La comida terminará en borrachera y se alargará hasta altas horas de la noche si tú, como anfitrión, decidiste olvidarte de los compromisos banales de tu vida diaria y te quedas con ellos.
Pero ¡aguas!, también puede que haya broncas y hasta alguno que otro lesionado. Lo mejor que puedes hacer es que terminando la comida pares el festín y que ya cada quien celebre como quiera.
Así que cuando vayas con un cuate tuyo caminando por la calle y veas que mucha gente lo saluda: "Quiobo compadre! Que no te apantalle que ha bautizado a muchos chiquitos, puede ser nada más "un compadre de cruz"
Abur