sábado, 4 de agosto de 2007

Mind Games


Cuando escuché por primera vez la canción Mind Games (Juegos Mentales) de John Lennon, tendría yo en aquél entonces unos 9 años. Me gustó la tonada, en esos tiempos no tenía ni idea de lo que decía la letra en español.

Pasó el tiempo y siguió siendo una de mis canciones favoritas. A veces me preguntaba qué inspiraba a los artistas ponerles nombres tan raros a sus creaciones. Pero como lo que escriben son vivencias personales, tienes que vivir algo similar para poder entender el por qué de los títulos y de lo que cantan.

En estos momentos de mi vida, vivo un juego mental. Es en verdad odioso el no tener paz en la conciencia. Si soy débil, sé que esos juegos me llevarán a la autodestrucción. Es enfermizo que la mente nos juegue malas pasadas y que conste que no le meto sustancias tóxicas a mi cuerpo. Sólo fui adorador de los brandies durante 25 años (sólo en viernes), pero ahora ya no. No pruebo gota de licor. Lo dejé hace dos años, volví a probarlo por algunos fines de semana y ahora he vuelto al abstencionismo.

Es ahí donde la mente me dicta desde sus cavernas más recónditas "Vuelve a adorar al Dios Baco" y me atormenta con diferentes tipos de situaciones para que vuelva a lo mismo de antes. Me dice que sólo adorando a los brandies puedo ser feliz y tener paz en mi interior. ¡Qué mamada!

Así, el cerebro me manda algrías inmensas un día; al otro, me baja a un nivel de depresión deplorable del cual no logro salir en días (hasta hoy). Al ser vulnerable, puedo cometer una locura en esos episodios depresivos.

Me han preguntado por qué dejé de adorar a Baco. Simplemente estaba harto de la vida desordenada que llevaba cada viernes. Me cansé de esa situación y opté por dedicarme a otras cosas más lucrativas. Ese es el motivo, no porque estuviera enfermo del hígado o cosas semejantes, sino que una rutina cansa y a mí, ésta me cansó ya.

En estos momentos estoy ante la PC (como dice mi amigo Fénix) con mi eterno cigarrillo y una taza de café. Me estoy sintiendo tranquilo, pero no sé al siguiente minuto qué pasará. Sólo sé que estoy viviendo una "Mind Guerrilla" y la tengo que ganar.

¡John Lennon, ahora te entiendo!