Y en tu vida me das una oportunidad más. Cuando creí que caía al precipicio sin una esperanza de salvación, ahí estabas tú, con tu inmenso amor, dándome ánimos para seguir adelante.
Yo, como siempre, afianzandome a ti, a que seas tú quien me salve de no volver a fracasar.
Gracias cielo.
Te amo
lunes, 5 de marzo de 2007
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