miércoles, 10 de octubre de 2007

El baúl de mis recuerdos


El domingo pasado estaba revisando un viejo baúl situado bajo una escalera la cual lleva a la azotea de mi casa. Eran más o menos las diez de la mañana, ese día vendrían a desayunar mis primas con sus respectivos hijos.


Enfrascado en sacar lo que ya no me hacía falta no advertí la presencia de mi hija que estaba acompañada de mis sobrinos atrás de mí. La edad de ellos fluctúa entre los once y seis años de edad.

-"Tío". Escuché la voz de Diego. En ese preciso momento mis manos tomaban una bolsa de canicas. Voltee a saludarlos.

-"¿Qué es eso?", preguntaron al unísono los niños. Mi hija, sintiendo que tenía el derecho de ver primero que nadie lo que había en esa bolsa extendió su mano para que se la diera.

Curiosos se asomaron a ver el contenido.

-"¡Wow!" ¡Qué padre! Exclamó Alejandro. ¿Qué es tío?

-"Canicas" Respondí.

Los cuatro niños se quedaron mirando entre sí. Atónitos. No sabían el significado de lo que les hablaba.

-"¿Canicas?" Preguntó Samuel.

-"Sí, canicas" Les contesté. Son juguetes.

Los niños no salían de su asombro. ¿Cómo era posible que esas cosas insignificantes sirvieran para causar diversión? No eran digitales, ni usaban pilas ni se conectaban a la PC o al televisor.

-"¿Juguetes?" Volvieron a preguntar más asombrados que nunca.

Reí, tomando unas, les explique de que se trataba dicho jueguito. Les dije que se jugaban en la calle. Que teníamos que hincarnos en la tierra para que el juego resultara más divertido.

-"¿Jugar en la calle?, ¿se podía hacer eso? Cuestionó mi hija.

Suspirando como añorando viejos años idos le respondí:
-"Sí, hija. Antes los niños jugábamos en la calle. No había donde ir a hacerlo. No había McDonalds, ni Burger King ni los grandes lugares de esparcimiento que hay ahora en los enormes centros comerciales. Nuestro patio era la calle. Ahí jugamos, peleamos, lloramos, reímos; en la calle crecimos y nos hicimos adultos".

Yo, entusiasmado les enseñé mi trompo de "raiján" con su punta de tornillo, también mi yoyo y mi balero. Les mostré como se jugaban. Cabe decir que por más intentos que hicieron jamás lograron dominar aunque fuera un poco cualquier artefacto.

Lo que más les llamó la atención fueron las canicas. Se hincaron en el caliente cemento de la azotea. Trataron de empezar a hacer tiritos. Escuché sus risas. Se oía el tronar de las esferas de cristal, más risas. Discutían por ver quien le había pegado primero a tal o cual canica...más risas...más risas.

Los dejé jugar, regresé a mis cosas. A mi baúl cayeron dos gotas, mi vista estaba nublada... A unos pasos de mi, se oían... más risas.










20 comentarios:

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

simplemente se añoran tiempos de esos, y volver a jugar, pero que lindo es sorprender a los niños, y de a poco si depende de los adultos volver a introducirles en ese mundo de juegos simples que enseñaban a relacionarse y aceptarse

Saludos y gracias por compartir

Isabel Burriel dijo...

JAJAJA, qué maravillosas eran las canicas. La de cosas que se podían hacer con ellas.

Saludos

Mariana dijo...

¡Qué hermosa historia! Alguna vez en mi blog o en mi fotolog he hablado del apego que le tengo a mis cosas, sobre todo a mis jueguetes de cuando era chavitita. Por ahí los tengo y no he tenido quién los disfrute o los desmadre por mí. Muchos se irán y quisiera que cayeran en manos de alguien que al menos los gozara así como tus sobrinos disfrutaron de las canicas... ¿las quéeee?

¡Besos apretados y tronados!

Mariana.

Mariana dijo...

jueguetes, es decir juguetes... jajaja...

Por cierto, recordé que mi mamá quemaba (a petición mía) las canicas para que quedaran tronadas y se vieran bien padres.

Panchy dijo...

Que bellos recuerdos seguro esas dos gotas que han caido en tu baùl de los recuerdos ahì han quedado, guardadas como un gran tesoro.

Gracias por tu visita

Cuidese besitos

Claudia-Reikista dijo...

Ojitos de gato les decimos acá.

Hace un año le regalé a mi primito una bolsita de ellas, aún en Chile los niños juegan a las bolitas con ojitos de gato, pero obviamente el fuerte está en la tecnología.

Claudia

Lizeth dijo...

¡Que emocionante!, tener aùn un baùl con los juguetes de cuando se es niño. Me hubiese gustado guardar asì los mios, aunque seguro no eran muchos. Antes se podìa usar cualquier cosa como juguete, mi hermana y yo jugabamos a la comidita con pètalos de flores y hojas, y el pan eran trozos pequeños de tejas de barro que encontrabamos en el patio. Leyèndote recordè a mi hermano y nuestros vecinos del callejòn cercano que jugaban ahì como tu dices en la calle, con canìcas (cincos,les decimos aquì) o a montar a caballo con cañas de maìz.
Muy bella narraciòn, me hizo recordar mi niñez. Que bueno que lo compartas con tu hija y sobrinos, a mis nietas les gusta mucho que les cuente a que jugaba.
Dios te bendiga.

Mónica dijo...

Maese, me encanta buscar en baúles viejos y empezar a recordar tiempos pasados.

Bss. Muy buen post. Nos vemos.

Cardito dijo...

Qué lindo post!!! Es verdad eso de muchos peques de hoy no entienden mucho de nuestros juegos y es una pena, pues eran juegos para compartir, crecer como personas, como que hacían más ricas nuestras vidas...

¿Sabes? recordé a mis compañeros de Universidad... cierto día en un recreo, de no se dónde alguien apareció con un montón de bolitas (canicas), se pusieron todos a jugar, fue muy emocionante (y divertido) ver a ese grupo de veinteañeros disfrutar como niños... uy! me extendí un montón, pero tu post me trajo a la memoria bellos y alegres días...

Le dejo cariñitos y usted sabe que aunque no estoy, siempre estoy de algún modo...

Cariñoooos!!!!

Sandra Figueroa dijo...

Bellos recuerdos inolvidables. Esas dos gotas, son diamantes. Saludos. Cuidate.

*//////* dijo...

Que ternuraaaaaa este post... cuando dices que en tu viejo baúl cayeron dos gotas.... hermoso

Es cierto, los hijos de nuestra generación no pueden creer que nosotros, antes de ser padres, en nuestra niñez... podíamos jugar en la calle... es tan lejano eso a la realidad de los tiempos que corren ahora...

Te abrazo :)

FENIX dijo...

Compaye, me hizo abrir mi propio baùl, ahi mirè a un chamaco tratando de destruir los trompos de los amiguitos con el suyo, punta de tornillo, negro y con estoperoles brillantes.

Los pantalònes rotos de tanto cazar canicas con su bombocha preferida.

saludos y un gràn abrazo !!!

SiervaDelMesías. dijo...

yo jugaba yases, y mundo con mis amigas los jovenes chicos con sus canicas o trompo esos baules que hoy ya dejaron por los videojuegos y cosas de computadoras. Abrazos y Bendiciones chau chau

Sonrisa de luna dijo...

uis que tiempos aquellos, ajjajajajaj, el yoyo y las canicas, pues no hacia yo competiciones con los boliches ni na, ainssssssss que tiempos....
besitos cielo y que pases un dia mu pero que mu requetebueno, ainssssssss es que estos lunes son la leche, jajajajajaja, pero demonos muchos animos mutuamente asi se pasara mejor, no?,

DonGalleto dijo...

Como olvidar las canicas!!!

Me gusto mucho tu post caon, saludos... Hablando de canicas, pinche América ahorita como anda ni para las canicas la arma =( ojalá nos recuperemos

Dulcinea dijo...

MAESE, me has causado una gran emoción, tus palabras, tus recuerdos, verdaderamente nostálgicos, me hiciste acordar de los juegos en la calle, yo tb. le hacía empeño a las canicas, jugabamos tb. con cinco piedritas a la payaya (no se si asi se escribe al menos así se pronunciaba), tb. a saltar el cordel, a las quemaditas con una pelota, a la pinta etc., al menos a mi hijita le estoy enseñanzo a saltar el cordel y ya aprendió a andar en bicicleta, ella está un poco distante de los juegos actuales,no se si sea bueno o malo para ella para su evolución, lo único que sé que evoluciona en ella, es saber cuanto la amamos y cuan simple y sencillo es hacerla feliz por un rato nosotros mismos y no una maquinita.

Mil abrazos de corazón amigo mío.

SiervaDelMesías. dijo...

De pequeña siempre me han gustado los juegos particularmente adoro a lado de una gran amiga vaya el máximo evocador de recuerdos de las diferentes etapas que tenemos de la vida, ese baúl de recuerdos. Abrazos y Bendiciones chau chau

Azucena dijo...

Recuerdo Nostálgico, mágico pero muy divertido. Saludos de TRAPOS SUCIOS

Dulcinea dijo...

Saludos y cariños

Angélica dijo...

Qué lindo recuerdo. Me encantó. Me hiciste acordar de mis hermanos cuando jugaban a las bolitas, las ojito de gato que dice Me Miras eran esas que tenían algo al centro... había otras con pelotitas como de oxígeno... y otras que eran los bolones (más grandes). Me hiciste acordar de los tiempos de tierra, donde jugaban los niños y de las casas pobres donde el piso no tenía tablas.

Emocionante tu escrito.

Besitos.